Edificios históricos que se reinventaron y hoy son espacios de trabajo

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En nuestro país existen un sinfín de edificaciones que son parte de la historia y que, si bien antes tenían otra función, hoy en día se adaptaron a las necesidades de empresas o emprendedores que decidieron ubicar allí sus oficinas.

Tal es el caso de la reconocida Gath & Chaves, una casa de venta de ropa que abrió sus puertas en el centro porteño en 1883. Si bien en primera instancia sólo confeccionaba ropa para caballeros con telas importadas de Inglaterra, con el paso del tiempo la marca se agrandó y abrió la que sería la sucursal más famosa en la esquina de las calles Florida y Perón.

La obra del arquitecto Lorenzo Siegerist se mantiene en pie, aunque su fachada fue remodelada y esas paredes hoy, en vez de comercios, albergan oficinas de empresas como La Meridional, cuyo diseño fue llevado a cabo por Intro Arquitectura.


El interior de la tienda Gath & Chaves, hoy las oficinas de La Meridional.

Si nos movemos para el lado de Retiro, en la manzana que comprende las calles San Martín, Viamonte, Reconquista y la avenida Córdoba se erige el Monasterio de Santa Catalina de Siena.

Se trató del primer monasterio para mujeres de la Ciudad de Buenos Aires, que después de varias idas y vueltas con respecto a su locación, en 1738 el aragonés Juan de Narbona, logró que le dieran el visto bueno a la ubicación y comenzó con la construcción del convento.

Durante los años fue sufriendo reformas, hasta que en 1974 la congregación se retiró a un convento en San Justo.

El paso de los años fue dejando su huella y en el año 2000 comenzaron los trabajos de restauración bajo la dirección del arquitecto Eduardo Ellis con el objetivo de recuperar el estado original. Incluso, se encargaron a Inglaterra baldosas nuevas similares a las iniciales.

Los muros, sólo pueden ser tratados con cal y no se pueden sacar los palos borrachos centenarios que habitan el patio central, esto se debe a que en 1975 fue declarado Monumento Histórico Nacional.

Lo interesante es que, si bien el lugar permanece siendo un espacio de contención espiritual, también ofrece oficinas para quienes necesiten realizar sus proyectos profesionales y emprendimientos.

Ya un poco más alejados del microcentro, en el barrio de Colegiales, se encuentran los famosos “Silos de Dorrego” ubicados, precisamente en la avenida Dorrego al 1600.

En la década del 20 funcionaba el Molino Minetti, al cual se fueron agregando silos destinados al acopio de granos.

Las instalaciones funcionaron hasta fines de los ’80, cuando la edificación entró en estado de abandono y fue entonces que los estudios Dujovne-Hirsch + M/SG/S/S/S decidieron desarrollar en conjunto un proyecto para darle vida nuevamente y otorgarle otro uso construyendo viviendas tipo loft y oficinas.

Si bien se realizaron algunas modificaciones, la estructura original de cinco pisos con puentes, vigas, columnas y escaleras de metal de la construcción original se mantuvieron.

Y por último, pero no menos importante, nos tomamos un avión a Mendoza, a la calle Gutiérrez al 50 donde antiguamente se situaba la tienda “El Guipur” que luego pasó a ser el shopping “Quinta Avenida” y hoy es la sede de las oficinas de Belatrix.

Tienda 'El Guipur' en Mendoza

El diseño y construcción de interiorismo estuvieron a cargo de Intro, que al igual que en otros casos, decidió mantener el material original del edificio que estaba en buen estado de conservación, como así también respetar los colores y los elementos de una edificación emblema de la provincia.

Se incorporaron elementos que proporcionaron cierta modernidad cuidando la esencia y la historia que encierra una construcción que data del 1900.

Oficinas Belatrix.

Estos son apenas algunos ejemplos de tantos edificios históricos de nuestro país que al día de hoy mantienen una impronta de época, pero que gracias a los trabajos arquitectónicos pudieron reciclarse para seguir siendo testigos de la historia, pero aggiornados para las necesidades de la actualidad.