
'Sin olvidar que la pandemia transformó la manera que utilizamos y percibimos el hábitat. En las grandes ciudades de todo el mundo, muchas personas optan por trabajar desde sus hogares o de modo híbrido. Esto modifica la demanda de espacios residenciales porque se buscan ahora lugares capaces de adaptarse al empleo y a la vida cotidiana', considera Valeria Franck.
Lee la nota completa acá.